Muerte, ¿por qué has venido a robar
un ángel que aún no ha aprendido a volar?
Muerte, ¿por qué has venido a arrancar
una luz que aún tenía que brillar?
¿Dónde llevas tu botín? ¿No te importa mi dolor?
¿Quién decide cuando has de actuar?
Réquiem por aquel cuya luz alumbró el camino,
por aquel que todo lo daba,
por aquel que nunca pidió nada a cambio.
Réquiem por aquel que arropando todos mis sueños
me enseñó a creer en mí, por llenar un vacío,
ausencia que aún no he logrado aceptar.
Muerte, ¿por qué llegas sin avisar?
¿No vesque si él me dejas desnudo?
Luna, ¿por qué brillas con tenue luz?
¿Es que también a ti te cautivó?
¿No comprendes la emoción de unos cuerpos de cristal?
Para siempre es demasiado tiempo.
Réquiem por aquel cuya luz alumbró el camino,
por aquel que todo lo daba, por llenar un vacío,
ausencia que aún no he logrado aceptar.
Réquiem por aquel cuya luz alumbró el camino,
por aquel que todo lo daba,
por aquel que nunca pidió nada a cambio.
Réquiem por aquel que arropando todos mis sueños
me enseñó a creer en mí, por llenar un vacío,
ausencia que aún no he logrado aceptar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario