[Borracho]:
Mirad a ese tío, creo que le conozco.
Su cara me suena, igual que esta botella.
Ese era antes un cliente fijo.
Edgar Allan Poe venía a esta taberna.
¿Quién se creía?
Yo me he emborrachado con él,
era un compañero fiel.
¿Quién se creía?
Ahora nadie habla con él.
No nos vayas de letrado,
no eres más que otro borracho.
Te avergüenzas del pasado,
reconoce, no eres un santo,
eres un borracho como yo.
[Prostituta]:
Oye, ¿tú te acuerdas de ese mamarracho?
El que prometía escribirte un relato.
Ahora sólo quiere hablarle a su vaso.
Por mucho que quiera, ese no ha cambiado.
¿Quién se creía?
Yo me he ido a la cama con él
aunque no pagara bien.
¿Quién se creía?
Sólo es una sombra sin luz.
[Borracho y prostituta]:
No nos vayas de amargado,
no eres más que otro borracho.
Te avergüenzas del pasado,
reconoce, no eres un santo,
eres un borracho como yo.
[Tabernero]:
Creo que me debe toda una fortuna.
Siempre se escapaba sin pagar ni una.
Ahora es penoso, triste y huraño,
junto a su botella su alma es de borracho.
[Todos]:
Y no finjas, nos conoces,
este antro fue tu camastro.
Allan Poe, es tu sino,
no eres más que un mal amigo,
un renegado,
no vuelvas más por aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario