[Enterrador]:
Entre la espesa bruma
veo tu pelo negro
que reluce entre las sombras,
caminando entre las tumbas.
Errante de la noche,
tus ojos llegan más allá del bien,
del mal, ¿qué escondes?
Gato infernal, ¿qué quieres?
[Gato negro]:
¡¡Cállate!! Debes escuchar.
Yo te narraré
la más terrible historia que existió.
Maldito enterrador insolente…
Porque soy Edgar Allan Poe,
mi esencia sigue aquí.
Sólo un gato, eso es lo que ves,
yo me reencarné así.
[Enterrador]:
Dios mío, no es posible…
¿Tú? ¿Edgar Allan Poe?
[Gato negro]:
Desde que morí he ido vagando.
El Señor no se apiadó de mí.
[Enterrador]:
Dios mío, no doy crédito.
Mis ojos no pueden creer
lo que están viendo, es magia,
es un delirio absurdo.
[Gato negro]:
Te contaré mi historia,
La de un pobre diablo que soñó
Con bellos versos
Y sólo alcanzó el Infierno.
El dolor de mi soledad,
Toda mi incomprensión,
El terrible deseo de explicar,
aunque sea a un necio como tú,
quién soy yo.
Edgar Allan Poe,
Mi esencia sigue aquí.
Sólo un gato, eso es lo que ves,
yo me reencarné así.
Tú, luego marcharás
y a todos contarás
que yo, Edgar Allan Poe,
vivo en la eternidad.
Quizás podré morir en paz si alguna vez
el mundo ve que tras mi voz existe amor.
Pues soy Edgar Allan Poe,
mi esencia sigue aquí.
Sólo un gato, eso es lo que ves,
yo me reencarné así.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario